La maldad está venciendo a la inteligencia

La maldad está venciendo a la inteligencia

Siempre se nos ha dicho desde pequeños que el ser humano es producto de lo que algunas personas estudiosas llaman «la evolución». Desde que tenemos memoria, a la mayoría se nos enseña que en cierto modo, somos superiores a las demás especies que viven en nuestro planeta.

Pero ¿qué nos hace diferentes? La respuesta puede parecer simple, pero es la más certera: lo que nos hace diferentes a todas las especies que habitan la Tierra es la inteligencia. También nos hacen diferentes la capacidad de analizar, razonar, tener conciencia y aprender cada vez más. Todo esto nos hace superiores a las demás especies que habitan nuestro planeta. Sin embargo, ¿demostramos que somos realmente superiores a los animales?

Como he dicho antes, si «la evolución» ha hecho que mejoremos de tal manera que seamos capaces de entender mejor la vida, de crear cosas impresionantes como la tecnología, de llegar incluso al espacio, ¿por qué nos seguimos matando para satisfacer nuestros deseos?

A lo largo de la historia hemos estado atrapados en un ciclo infinito de conflictos que no solucionan nada, conflictos que empeoran la situación y que no dejan de traer más tristeza, miedos y desastres. Todo por querer tener más, por querer ser mejor que los demás, por disfrutar de más cosas que los demás.

Si realmente estamos «evolucionando» y nuestro cerebro ha pasado de ser simple a ser tan complejo, ¿por qué no podemos vencer nuestros deseos y dejar de matarnos entre nosotros? ¿No es lógico que si todos nos llevamos bien y vencemos nuestros malos deseos por priorizar la sana convivencia todos seríamos más felices? Te aseguro que si le preguntamos a cualquier líder político o persona que esté implicado en guerras, te dirá que es cierto, si todos nos lleváramos bien viviríamos más felices.

Una verdad que nadie encuentra

Si nos aventuramos a tener una conversación sobre este tema, la mayoría acaba con la conversación súbitamente diciendo: «el ser humano es malo, siempre quiere más». Está bien decir eso pero, ¿respondemos a la pregunta? ¿Llegamos a lo que realmente está causando que el ser humano se siga autodestruyendo?

Algunos estudiosos concluyen que es producto de que aún tenemos conductas primitivas, pero ¿es en realidad esto cierto? ¿Tanta inteligencia, razonamiento y capacidad de crear y no podemos controlar esas conductas? O peor aún ¿por qué algunos sí controlamos esta tendencia y decidimos vivir pacíficamente y algunos no pueden?

Hay quienes afirman que esas conductas primitivas se derivan de antepasados que luchaban contra depredadores. ¿En serio se quedó esa conducta allí, aún cuando ya no necesitamos defendernos de depredadores que nos dominen?

La verdad sobre este asunto parece estar oculta. Solo hay hipótesis, teorías, lo que cada quien opina, pero nadie da en el blanco. Parece que encontrar una verdad ante un hecho aparentemente sencillo, es tan difícil como encontrar una aguja en el fondo del mar.

Lo que sí sabemos es que lamentablemente la maldad está ganando la batalla ante la inteligencia. Los sentimientos y deseos nublan el razonamiento, apartan el juicio y hacen que la bondad que nos queda sea enterrada. ¿Por qué cuando cuestionamos al equipo favorito de un fanático deportivo, a las creencias de un religioso o a la idea de un político inmediatamente terminamos en un conflicto? Porque los sentimientos nublan la razón.

La maldad está venciendo a la inteligencia

¿Qué debemos hacer?

Aunque los sentimientos y deseos son tan fuertes, sí es posible vencerlos. Todos estamos de acuerdo en que si ponemos por encima de todo el razonamiento y nos esforzamos por ser buenas personas, contribuimos a crear un ambiente positivo, un ambiente en el que vivimos mejor. Científicamente está comprobado que si vivimos en paz, somos más felices.

¿No hemos aprendido de las guerras? En grande o pequeña escala no solucionan nada, al contrario, crean desastre, sufrimiento, hacen que vivamos mal. Está comprobado científicamente que si ayudamos a otros, somos más felices. Que si somos personas buenas vivimos mejor.

Si nos enfocamos en criticar menos, juzgar menos y dejar de creernos superiores a los demás, seguro contribuiremos a mejorar la sociedad. Basta con leer comentarios en las redes sociales para darnos cuenta del nivel intelectual y moral en el que nos encontramos como sociedad.

Mi opinión personal

Yo creo que todos debemos aprender a comportarnos mejor. ¿Creo que todos llegaremos a hacerlo? No. Estoy consciente de que gran parte de las personas seguirán actuando mal o incluso peor.

A pesar de esto me esfuerzo y sigo intentando poner la inteligencia por encima de mis sentimientos, la bondad antes que la maldad. Ser pacifista, promover el buen trato con los demás. ¿Por esto soy un santo? ¿No me enfado nunca? Ni mucho menos. Por supuesto que me enfado cuando sufro alguna injusticia o cuando alguien me trata como no me gusta, sin embargo, me esfuerzo por controlarme, evitar conflictos, defender mis derechos de manera pacífica y vivir tranquilo.

Creo que si más personas hiciéramos esto el mundo sería mejor.

Adicional: Comencé hablando de la evolución, ¿quiere decir que creo en la evolución? Personalmente no creo en dicha teoría (la teoría que defendió Charles Darwin). Respeto a todo el que lo crea, pero personalmente pienso que las especies no «evolucionan», se adaptan. 😉

Deja un comentario